Nacimientos de agua en los cerros orientales, cuerpos presentes en la consolidación y establecimiento de una urbe como Bogotá, los Ríos: Arzobispo, San Francisco y Fucha, son un claro ejemplo de cómo el concepto de río está presente como una forma de memoria que rodea la idea de ciudad. Ésta modifica sus cuerpos fluviales, y los puede llevar al completo olvido como la canalización del Rio San Francisco[1]. El Río Arzobispo ya desde la carrera 7ma es visto como un simple caño atrapado en ladrillos. La cantidad de habitantes que rodea al Río Fucha lo definió desde hace dos décadas como una alcantarilla para residuos de todo tipo, los caños y el canal de San Blas le inyecta desechos.
El proyecto está basado en la acción de recolectar muestras de agua, qué se tiñen de lo humano, objetos encontrados en el rio mismo. Buscando evidenciar como el contacto de los habitantes determinan las características de éstos.
El apelar a la acción de almacenar ciertos rasgos de la ciudad es acudir a la presencia del pasado para la construcción del presente, mediante una instalación en donde se tejen lazos de una realidad contaminada por diversos factores culturales y estructurales. Un contenedor de la memoria donde convergen un sujeto histórico, el territorio y la identidad.
La ciudad es un espacio cultural como coincidencia de múltiples y diversas identidades que se expresan en estos ventanales/contenedores de imágenes físicas tomadas de recorridos generados en la misma dinámica de la urbe, donde el carácter translucido devela recuerdos que se cruzan y transponen como elementos sumergidos en el tiempo, al igual que aquellos pensamientos que transitan en la mente “los ciudadanos no siempre guardan memoria de la magnitud de los cambios que con el paso del tiempo experimenta su ciudad (…) Cuando la realidad termina imponiéndose frente a la volátil presencia del pasado”[1],. El río es el completo devenir[2], capaz de conectar distintos territorios.[1] ALONSO, Ricardo, Ciudad para la memoria: Virgilio Barco y la construcción de Bogotá, Ed. Panamericana formas e Impresos, Bogotá 1999.
2 Termino creado a principios del Siglo XX por Marcel Duchamp, que define al objeto encontrado capaz de consolidarse como una obra de arte.
[2] El Devenir es un término filosófico que alude al cambio y la mutación en relación con el tiempo, para Heráclito " no nos bañamos dos veces en el mismo río". E, este pensamiento definió en el ser el cambio constante en su identidad.
[1] Durante los años 30(s) y el proyecto del Eje Ambiental de 1999 al año 2001 y su nominación desde la Colonia aquel rio llamado por los indígenas Vicachá (“El resplandor de la noche”) con el establecimiento de la comunidad Franciscana en 1550 y la fundación de la Iglesia de San Francisco le daría origen a su nuevo nombre, una nueva identidad.
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